martes, 15 de julio de 2014

NEOALBACETE

no hizo más  que entrar en el vagón y le vinieron a la memoria infinidad de días de metro en Madrid, cuando usar este medio de transporte era algo imprescindible  en su vida.
Los viajes desde Ciudad Lineal a Moncloa se convirtieron en un buen motivo para leer, eran muchas horas perdidas en un trayecto inevitable. Casi podría asegurar que los primeros bocetos  y cálculos de su máquina del tiempo surgieron al son del hipnótico sonido de las traviesas. Las mismas situaciones, las mismas caras de las personas que como zombis, repetían rutinariamente los mismos gestos y los mismos movimientos. Ahora era en su ciudad, Albacete, quién lo iba a decir, metro en Albacete.
Su inquietud y ansia de conocer su nueva situación no tardó en sacarle de sus cavilaciones. Necesitaba ver más cosas del mundo futuro, política, deportes, ¿Subiría por fin el Alba a primera?
Cada una de las estaciones que veía le parecía un milagro, Menéndez Pidal, San Pablo, era algo irreal y que para más desconcierto, estaban llenas de enormes carteles de U2 anunciando su próxima actuación en la plaza de toros. ¿Qué edad podrían tener ahora?

De pronto se percató de que una chica al fondo del vagón, iba leyendo un periódico; sería cuestión de acercarse y asomarse con sigilo por encima del hombro para ver alguna noticia interesante. – Me voy a sentar con la del periódico a ver si leo  como anda el mundo–.Y comenzó a andar torpemente tambaleándose con el movimiento del tren.


               Del libro: "URBE 39.00 N  1.520 O". Neoalbacete.