domingo, 20 de mayo de 2018

Rendibú de mis amores


Corría el año 2010 cuando cayó en mis manos un periódico local: La Verdad de Albacete. Por aquel entonces existían otros dos más, aunque uno de ellos no merece ser nombrado. El otro diario que podría haber cogido era La Tribuna, pero el destino quiso que fuera La Verdad y por medio de un anuncio, quien me descubriera la existencia de Rendibú, por aquel entonces denominado “concurso de artes multimedia”.

Hacía pocos días que terminé un experimento basado en un cómic, “El Símbolo”, que por cierto fue premiado en San Andrés del Rabanedo en León. El experimento consistía en mostrar un cómic en modo vídeo, pero no se trataba de una animación, la idea era hacer un vídeo-cómic en el que las viñetas iban a aparecer por orden, de forma progresiva, de esta manera estaba dotado del suspense producido por no saber que viene a continuación. La música remató la ambientación que necesitaba una historia de gangsters y asesinatos.

Presenté el vídeo en la categoría de videoarte y resulté finalista con otros 9 concursantes que según pude constatar en internet, se trataba de cineastas y profesionales de productos multimedia.

En el 2012 volví a probar suerte pero la fortuna no me quiso acompañar, en esta ocasión me presenté en el apartado de “cartel”.

Este año 2018 me pareció adecuado para volver a intentarlo, el apartado de “ilustración” me seducía mucho, e igual que sucedió en 2010, había realizado recientemente algunos trabajos de ilustración con una temática muy concreta y minimalista: “Encajados”, una comedura de coco bestial sobre lo claustrofóbico de determinadas situaciones tanto físicas como mentales sobre espacios reducidos y asfixiantes protocolos de nuestra vida cotidiana.



De nuevo finalista, solo quedaba esperar con emoción y cierto nerviosismo a la fiesta habitual de Rendibú en la que se muestran todas la obras seleccionadas y se procede a la gala de entrega de premios amenizada con actuaciones de grupos de rock. ¿Ganaría por fin este preciado concurso con un jurado compuesto por críticos de arte expertos en arte y galeristas de prestigio?








¡Bingo! Después de una agónica espera ante la incertidumbre de quién sería el ganador, eso sí, disfrutando a la vez de esa maravilla de fiesta habitual que organiza Rendibú cargada de sorpresas tremendamente creativas, llegó la hora de saber quiénes serían los nuevos ganadores.


Debo reconocer que durante la fiesta y viendo el nivel de asistentes, montaje espectacular, obras presentadas, etc., mis ánimos iban decreciendo y empecé a verme pequeñito e insignificante cuando después de una broma que terminó de rematarme con aquello de: “el ganador es….Pedroooo, por lo de Almodobar, pude escuchar mi nombre. Salté como un resorte y sin apenas poder sujetar mis piernas, bendita flojera, descendí de las grada al escenario para recoger el ansiado premio. 



En definitiva, estoy contentísimo y por supuesto muy agradecido a Rendibú por este premio. Que sepan que participaré siempre que considere que tengo algo que compartir y por supuesto, que me llene.