martes, 29 de noviembre de 2011

CONDONROCK VI



Por fin estoy realizando una de las cosas que tenía pendiente en mi lista de cosas que me quedan por hacer, estudiar gráfica publicitaria en la Escuela de Arte de Albacete.
No se si por suerte o por desgracia, yo he comenzado la casa por el tejado y tras más de 25 años de experiencia en el mundo del diseño gráfico, unos 9 analógicos, es decir, con técnicas manuales y unos 16 digitales con ordenadores, puedo ampliar mis conocimientos para intentar formalizar mi profesión.
A lo que voy, que la escuela ha organizado junto con la Fundación Atenea un concurso de diseño de carteles y de camisetas con motivo del festival "Condonrock VI" y mira tu por donde, he resultado ganador en la modalidad de cartel.
Es cierto que en mi carrera de diseñador he recibido varios premios, tanto de carteles como de cómic, imagen corporativa, etc. No puedo evitar sentir una enorme emoción cuando sea por medio que sea, teléfono, e-mail, mensaje, etc., me informan de que he sido agraciado con un premio. Se me acelera el pulso, me siento más alto y más guapo y en definitiva me da una fuerza anímica que es difícil de transmitir con el teclado de mi ordenador.
Seguiré participando en todo lo que se tercie y seguiré poniéndome nervioso como el primer día si tengo suerte. Venditos nervios.



miércoles, 11 de mayo de 2011

INCULTURA DE DISEÑO

Hace unos años participé en una cata de vinos, bueno, más bien en una clase didáctica de aprender a catar vinos o por lo menos los primerísimos pasos para intentar comprender un poco este mundo complejo del preciado líquido.
Después de aprender a diferenciar sabores partiendo de olores básico como el limón, la frambuesa etc., el caballero que nos instruía nos largó algo que me hizo meditar._El vino es algo cultural, es decir, hay que aprender a saber cuando un vino es bueno o realmente bueno. Sucede que si le preguntamos al lugareño de algún pequeño pueblo nos dirá que el vino que hacen ellos es el mejor y que nada tiene que ver con las mariconadas esas que nos venden tan caras y que no saben a nada. El vino que normalmente se elabora en esas condiciones suele ser un vino incorrecto y de una calidad menos que aceptable, lo que ocurre es que ellos han aprendido a que ese es el vino bueno y si lo comparan un vino correcto, no se parecen en nada, les resulta flojo.
¿A qué viene todo esto? Bueno, si trasladamos el ejemplo del vino al diseño gráfico vemos que ocurre exactamente lo mismo. En este país la cultura de diseño es un tanto raquítica y desde la aparición de los ordenadores en este campo, ha supuesto un despropósito en contra del diseño. Todo el mundo tiene acceso a los ordenadores y a los programas de diseño. Después de un montón de años de encargarse de la imagen corporativa de las empresas el cuñado mañoso o el sobrino listísimo que maneja todo lo que le pongas, se ha creado una cultura de diseño mediocre que curiosamente los empresarios tienden a reclamar para su empresa. Lo bien hecho les resulta flojo y lo creativo maricón.
Bueno señoras y señores, esto es lo que hay, un montón de mediocres creando basura y otro montón de mediocres comiéndosela con gusto. ¡Bon appetit!
Por todo esto es por lo que siempre digo que en realidad los verdaderos artífices del buen diseño son en realidad los empresarios que confían su imagen a verdaderos diseñadores y si no fuese por ellos, por los empresarios cultos, esto sería un trabajo de cuñados y sobrinos.





Para ilustrar un poco todo esto, os dejo un ejemplo que no tiene desperdicio.

Tengo que darle las gracia sa mi compañero Miguel por su valiosa aportación.

martes, 10 de mayo de 2011

BUENA COSA


El dos de Mayo de 2011, se celebró la inauguración de FLLIC, una feria del libro que se hace en Cuenca y en la que el Centro Regional de Diseño de Castilla La Mancha participó con una exposición de diseño gráfico editorial. Fuí seleccionado y presenté mi libro de comics URBE.
Realmente la presentación y teniendo en cuenta los pocos medios de que dispone el centro, quedó muy digna.
Tengo que mencionar a Julen, responsable de la exposición por su buen trabajo y su impecable atención a los que asistimos a la inauguración. No pasaron ni cinco minutos de mi llegada y se presentó a mi. Lo cierto es que no tardé mucho en sentirme integrado con el centro.
Este tipo de iniciativas vienen muy bien para fomentar el diseño gráfico y espero que realicen más acciones de este tipo. De momento me aseguraron que trasladarían esta exposición de forma itinerante por toda la región. ¡Fenomenal!